Por segundo año consecutivo los productores de Borgoña enfrentan condiciones climáticas adversas que reducen considerablemente los rendimientos de las cosechas. Fuertes lluvias y tormentas de granizo han afectado casi la totalidad de la cosecha de numerosos productores de la Borgoña, especialmente al Norte de la Côte de Beaune (Volnay y Pommard).

Las consecuencias de estas condiciones adversas son una pobre cosecha y disminución considerable de los rendimientos. Las alternativas que consideran los productores son solicitar ayuda del gobierno e incrementar sus precios.

Voceros de algunos de los viñedos afectados temen a la respuesta del mercado ante el incremento de precios; consideran que los vinos básicos y medios de la Borgoña pueden llegar a ser sustituidos en la mesa del consumidor por otros vinos de cepa Chardonnay o Pinot Noir, producidos en otras regiones bajo condiciones más competitivas y a precios más accesibles.

La alternativa de acudir al gobierno en la búsqueda de auxilio financiero parece poco probable pues las acciones del actual gobierno francés parecen ir en detrimento del consumo de alcohol y poco hacia el apoyo a la industria vitivinícola.

Otras peticiones de los productores son la exoneración de impuestos en las zonas afectadas y la utilización del fondo de protección agrícola; todo esto se encuentra en discusión en Paris.

Los productores de la Borgoña invitan a no perder la fe en el terroir y la nobleza de sus vides, pues históricamente pese a las dificultades siempre son capaces de deleitar al mundo con productos de excepcional calidad.

Fuente: Bureau Interprofessionnel des Vins de Bourgogne (BIVB), Decanter